Un árbol menos

De vez en cuando nuestros representantes institucionales nos regalan alguna foto amable, de esas de portada de periódico: plantando diferentes árboles en la zona de la Vaguada de la Palma (intercambio japonés), animando a niños a plantar árboles (sólo en el Día del Árbol)...

Pero rara es la vez que presumen de defender físicamente los árboles: protegiéndolos y vigilándolos si fuese necesario. ¿De quién?. Pues del granburro de turno, del conductor que los arrolla como en un videojuego...

Los árboles cuestan dinero, que sale del bolsillo de todos. Su crecimiento ha requerido muchísimo tiempo, cuidados, agua... para que se pierdan en un minuto.

Ex-árbol. Plaza del Mercado. Sábado 28 de abril de 2012.

Total es uno. Y se sustituye con otro.

Los residuos a escena

El Centro de Tratamiento de Residuos de Salamanca, en colaboración con la Oficina Verde de la Universidad de Salamanca, presenta el ciclo de cine "Los residuos a escena" que tendrá lugar el próximo jueves 3 de mayo, de 18:00 a 20:45 horas, en la Sala Menor de la Hospedería Fonseca.

Este ciclo de cine tratará de hacer un recorrido por la actual problemática de los residuos mediante el visionado de dos películas documentales: "Traperos" (Federica Romeo. España, 2008) y "Paisajes transformados" (Jennifer Baichwal. Canadá, 2006).

La actividad está dirigida a todo tipo de público con especial atención en el colectivo universitario. Tras la exposición del documental tendrá lugar un coloquio donde se debatirán los contenidos relacionados con los residuos urbanos y su revalorización.

Dado que el aforo es limitado, se deben recoger las invitaciones en la Oficina Verde de la Universidad de Salamanca, localizada en el Edificio San Bartolomé (Plaza Fray Luis de León, Campus de Ciencias), hasta el miércoles 2 de mayo.

El Plan de Movilidad debe cambiar la forma en que se usa el coche privado

Esta asociación considera que el Plan de Movilidad debe afrontar los eternos problemas que el tráfico de vehículos causa y que sirven para justificar la interminable necesidad de inversiones en viales y otras infraestructuras. Y esto sin contar con que esos problemas conllevan más contaminación, ruido, estrés, pérdida de tiempo, pérdida de suelo urbano, menor calidad de vida de los salmantinos etc.

Conflictos reconocidos y bien identificados, como por ejemplo, la especial y concreta situación que se produce en casi todos los colegios e institutos, al entrar y salir, debido a que los alumnos no residen en las cercanías de los mismos (parámetro que se supone es tenido en cuenta en la escolarización en el centro escolar) deben ser abordados en este Plan de Movilidad y en una consecuente y efectiva Ordenanza de Tráfico.

Los abusos producidos por algunos transportistas durante la carga-descarga en cualquier punto de la ciudad, buscando siempre parar junto al destino, aunque sea en doble fila, y qué decir en las calles peatonales, sólo perjudican al propio tráfico. Por ello el Ayuntamiento de Salamanca debería crear más plazas de carga-descarga en las zonas comerciales (también de los barrios), con horarios acordados junto con comerciantes y transportistas, y preocuparse de que se respeten. Ejercer aquella actividad de forma ordenada va en beneficio de todos los profesionales del sector (dificultades para aparcar) y del tráfico (doble fila, accidentes...).

El Ayuntamiento de Salamanca, como responsable de la salud y del medio ambiente urbano, debe concienciarse de los graves problemas medioambientales que produce el tráfico de vehículos. Una mayor y mejor vigilancia de la contaminación del aire y del ruido permitirá establecer posteriores medidas con el fin de reducir todo lo posible cualquier forma de contaminación. Hoy día no se practica ninguna política en ese camino; y es muy necesario que así sea. Y para muestra un botón:  en su día se trasladaron las casetas de medición a los lugares menos contaminados, es decir, la política del avestruz.

Medidas ya implantadas en otras ciudades, con menos contaminación y vehículos, están tardando en ser abordadas en Salamanca: uso compartido de vehículos (desplazamientos al trabajo, al colegio...); políticas para desincentivar el uso de vehículos (áreas de tráfico restringido a residentes, a carga-descarga, zonas 30 Km/h, radares...), incluso medidas fiscales (incremento del impuesto de circulación y de los vados); persecución y sanción para aquellas motocicletas, automóviles o camiones que contaminen (acústica y atmosféricamente) por encima de los parámetros establecidos...

Por tanto, el nuevo Plan de Movilidad debe establecer las líneas generales de una serie de Ordenanzas Municipales ya existentes (la de protección del medio ambiente atmosférico, la de emisión de ruidos y vibraciones y la de tráfico y seguridad vial) las cuáles deben ser modificadas de forma más restrictiva, además de trabajar en favor de su cumplimiento.

Esta asociación ecologista propone que el nuevo Plan de Movilidad de Salamanca sirva para establecer un calendario en la peatonalización de nuevas calles, para dar mayor prioridad, espacio y seguridad a los peatones y para hacer de Salamanca una ciudad más sostenible para todos sus vecinos.

Libros para el Día del Libro

En vísperas del Día del Libro, hablaremos de "libros", en plural. Para ello nos dejamos guiar por la lista que recientemente recomendaba consumer: 15 libros sobre medio ambiente.

A los que pueden añadirse muchos más, como así han hecho algunos lectores en los comentarios. Y tú ¿que libro recomendarías?.

El nuevo Plan de Movilidad debe luchar contra el elevado índice de atropellos

El Comité Antinuclear y Ecologista de Salamanca, organización que propone la peatonalización de un importante número de calles de la ciudad de Salamanca y que también aboga por dar más espacio al peatón en otras vías en las que éste ve reducido su espacio en favor de la circulación de vehículos, considera que el nuevo Plan de Movilidad también debe establecer medidas eficaces que mejoren la seguridad vial y la convivencia entre vehículos y peatones.

Éstos últimos, los peatones, por su debilidad ven vulnerados sus derechos en numerosas ocasiones. Independientemente de la desfavorable regulación semafórica, situación ya denunciada por esta organización, los vehículos tienden a invadir los pasos de peatones (Plaza España – Calle Toro o Paseo de San Antonio – Parque de los Jesuitas). Pero el hecho más grave es el de los numerosos atropellos con heridas graves y a veces con resultado de muerte.

Cuando los vehículos se encuentran con un semáforo en ámbar, por regla general, el peatón pierde   prioridad de paso, tanto por miedo como por el hecho de que muchos automóviles no respetan al peatón. Si a este hecho se le une la atrevida forma de circular de un importante número de conductores, los cuáles rebasan los límites de velocidad o realizan movimientos bruscos, el resultado es que la seguridad y tranquilidad de los peatones se ve muy mermada.

Según los datos de la memoria anual de la Policía Local, en el año 2011 se produjeron en las calles de Salamanca 124 atropellos que se saldaron con 126 víctimas de alguna consideración. Siendo las principales causas de estos accidentes la conducción distraída y el incumplimiento por los conductores de las regulaciones de paso peatonal. Que es lo contrario de la imagen que nos quieren dar, intentando culpabilizar al peatón.

Por ello el Comité Antinuclear y Ecologista de Salamanca apuesta por la limitación de la velocidad de circulación en el casco urbano a 30 kilómetros/hora. Una medida que conllevaría tanto la reducción del número de accidentes como su gravedad, además de los accidentes entre vehículos. Por otra parte, la adopción de esta medida reduciría la contaminación, equipararía la competitividad entre medios de transporte y, como está demostrado, el flujo de vehículos.

Un ejemplo de la aplicación de esta medida, a pesar de tratarse de una infracción, es el aparcamiento de vehículos “en doble fila”: una situación lamentable, que suele producirse en las cercanías de pasos de cebra, en la que tanto peatones como conductores pierden visibilidad. Si la velocidad estuviera limitada a 30 kilómetros/hora la reacción de un conductor sería más efectiva al poder frenar en menos espacio.

Respecto a la ubicación de los pasos de peatones, cabe denunciar su eliminación o traslado fuera de los itinerarios más cortos al considerar, cuando no debe ser así, que los peatones están supeditados a los intereses de los automovilistas y de la inalcanzable “fluidez” del tráfico.

Para el Comité Antinuclear y Ecologista de Salamanca el Plan de Movilidad tendrá que examinar la realidad de Salamanca y contemplar políticas de seguridad vial. La dotación de una de mayor seguridad al tránsito peatonal iría en favor de una ciudad más sostenible en la que no sólo se usaría menos el coche, habría menos contaminación de gases, partículas y ruido, sino que también los accidentes se reducirían al máximo. Hoy por hoy esa política no existe y el nuevo Plan de Movilidad debe comenzar a establecerla.

El Comité apuesta por la supresión de un carril en Paseo de San Antonio

El "Comité Antinuclear y Ecologista de Salamanca", además de contemplar la peatonalización, al menos, de las calles Palominos, Serranos, Cervantes, Benito Pérez Galdós, Rosa, Isabeles, Plaza de los Bandos y Plaza de San Juan Bautista con sus calles aledañas, apuesta por dar preferencia al tránsito de peatones. Muy especialmente en aquellos puntos conflictivos de la ciudad en los que éstos se ven relegados por el insuficiente espacio y desfavorecidos por la regulación semafórica.

La construcción de una nueva vía (Calle Jardines) de tres carriles, alternativa a la circulación por el Paseo de San Antonio, debería tener como consecuencia la eliminación de un carril en el Paseo de San Antonio en su confluencia con Paseo de Canalejas y, por tanto, una inmediata ampliación de sus aceras.

No tiene sentido emprender costosas obras puntuales, como la de la calle Jardines, cercana a los cinco millones de euros, si no repercuten en la ciudad y en sus habitantes (mayoritariamente peatones). Por ello esta organización confía en que el Ayuntamiento de Salamanca lleve a cabo una ampliación de las aceras del Paseo de San Antonio, y que en el futuro Plan de Movilidad queden reflejados unos derechos mínimos para los peatones referentes al espacio necesario para su movilidad.

De igual forma en las calles Azafranal, Dean Polo Benito y Pozo Amarillo debería suprimirse el aparcamiento de vehículos a fin de ensanchar las aceras. Esta medida, además de mejorar la imagen, la calidad del aire, reducir ruidos... en la ciudad de Salamanca, también mejoraría el tránsito de peatones en la zona comercial de la ciudad.

El "Comité Antinuclear y Ecologista de Salamanca" considera que los principales pasos de peatones (San Antonio – Sancti Spiritus, Alamedilla-Azafranal, María Auxiliadora – Toro, Torres Villarroel – Calle Zamora y Avda. Villamayor – Plaza de la Fuente) deberían dotarse de mayor frecuencia y de más tiempo para su uso. Es imprescindible otorgar más facilidades a los peatones, quienes más desplazamientos hacen y de forma más sostenible y económica.

El Ayuntamiento, dentro de sus políticas de movilidad, seguridad y de trabajo diario y constante por mejorar la calidad de vida de los vecinos de Salamanca, ya debería haber afrontado la problemática que presentan los cruces e itinerarios aquí citados.

El Comité reclama la peatonalización de la Calle Serranos

El "Comité Antinuclear y Ecologista de Salamanca" contempla que el próximo Plan de Movilidad del municipio de Salamanca incluya, al menos, la peatonalización de las calles Palominos, Serranos, Cervantes, Benito Pérez Galdós, Rosa, Las Isabeles, Plaza de San Juan Bautista y Plaza de los Bandos, con el fin de lograr que Salamanca sea una ciudad más sostenible, saludable y cercana.

Dentro de la política de peatonalizaciones que a juicio de esta organización el Ayuntamiento de Salamanca debería tener, la principal reclamación es la peatonalización total de las calles Palominos, Serranos y Cervantes. Una peatonalización ya asumida por todos los salmantinos a pesar de que el actual tráfico de vehículos es testimonial pero suficientemente incómodo para el tránsito diario de miles de peatones. Con la prohibición del tráfico de vehículos se eliminaría el paso existente en la Calle de la Rúa y se habilitaría el paso peatonal de la Calle Serranos de acuerdo a unos estándares mínimos de calidad y seguridad. Una medida que además de ser beneficiosa para la comunidad universitaria, muy particularmente, también lo sería para la imagen de la ciudad histórica.

De igual forma se justifica la peatonalización de las calles Benito Pérez Galdós (entre el Paseo de la Estación y la Avda. de los Comuneros), Calle de la Rosa (junto a la Gran Vía) y Calle Isabeles (junto a Crespo Rascón), todas ellas de aceras estrechas, con tráfico residual o inexistente al permanecer cortadas desde hace mucho tiempo.

Las Plazas de los Bandos y de San Juan Bautista (con sus calles aledañas) también entran en esta reivindicación con el fin de mejorarlas y que puedan ser disfrutadas por todos los salmantinos. Actualmente el tránsito y el aparcamiento de vehículos, con sus barreras arquitectónicas, dificultan la movilidad de los peatones por dichas plazas.

Las políticas de movilidad y seguridad vial, deben estar encaminadas a mejorar la calidad de vida de los habitantes de Salamanca. La peatonalización de las calles y plazas citadas es una medida en este sentido que favorecería el tránsito en una ciudad considerada, por la mayoría de sus habitantes, como una ciudad pequeña por la que es posible desplazarse en pocos minutos. Aunque ciertas situaciones, fácilmente mejorables, y por tanto solventables, se convierten en las excepciones que perjudican esa idea de Salamanca.

¿Y ahora adónde vamos?

Presente en los pasados festivales de Cannes y de San Sebastián, la película "¿Y ahora adónde vamos?" surge como una revisión de aquella Lisístrata de Aristóteles quien harta de las guerras de los hombres llegó a la convicción de que sólo las mujeres podrían remediar las desgracias de Atenas (¿también hoy...? cabría preguntarse buscando optimismo y una salida a la actual situación de Grecia).

Nadine Labaki dirigió en 2007 Caramel (Premio del Público y de la Juventud del Festival de San Sebastián), su primera película.

En el Beirut de 2008 las mujeres todavía acuden a cementerios divididos en dos partes, la cristiana y la musulmana. Un doloroso tema, en el lado más surrealista de la guerra de las religiones, que es tratado con humor gracias a diferentes recursos interpretativos y una sensibilidad especial para crear ambientes.

La mayoría de los actores proceden de los pueblos de Taybeh, Douma y Mechmech, donde se ha rodado la película.

La directora, que filma el dolor, sabe conmover al denunciar la estupidez del género humano. Una película que lleva por título una pregunta, Y ahora, ¿adónde vamos?, que cobra todo su sentido con los últimos acontecimientos políticos de muchos países árabes.